4-7-2011
Alem García Ex presidente de la Cámara de Diputados
Décadas atrás, el Dr. Javier Barrios Amorin, fundador del Movimiento Nacional de Rocha decía que "es antisocial la concentración de inmensas fortunas en pocas manos. La tierra deber ser puesta al alcance de quienes tengan capacidad para producir y voluntad para trabajar". En su accionar político, siempre bregó por lo que denominó la democracia social y la defensa plena de la soberanía, adjudicando a la tierra la alta importancia que la misma tiene.
Carlos Julio Pereyra fue el legislador que más profundizó en estudios sobre la tierra y quien más proyectos de ley ha presentado, con el objetivo de evitar la extranjerización de la tierra.
La bancada de legisladores del Movimiento Nacional de Rocha, en tres legislaturas, desde 1985, insistió incansablemente con el mismo tema. Incluso, presentando proyectos simultáneamente en el Senado y en la Cámara de Diputados.
Todos estos proyectos fueron archivados porque naufragaron en las comisiones. Uno de ellos, relativo a la propiedad de la tierra por parte de sociedades anónimas, llegó al plenario del Senado, pero, no tuvo los votos necesarios para ser aprobado.
El entonces senador Astori fue la pieza fundamental para que este proyecto fracasara y no tuviera ni siquiera media sanción, porque sumó su voluntad y la de su sector a la de los neoliberales defensores de la extranjerización de la tierra. Posición política del sector liderado por Astori que antes ya se había manifestado en la labor de las comisiones, en relación a los proyectos de ley sobre la tierra.
Siempre hemos censurado la concentración de la tierra en pocas manos, al igual que su extranjerización. En función de aquel viejo pensamiento del Dr. Javier Barrios Amorin, fuimos severos críticos del tenebroso latifundio, creador de tanta pobreza y miseria en nuestra campaña.
Si reiteradamente en nuestra acción política luchamos contra el latifundio en manos de criollos, con más razón, repudiamos el actual latifundio de empresas multinacionales extranjeras.
¡Qué paradoja! El proceso de extranjerización de la tierra tuvo su comienzo bajo la Presidencia del Dr. Sanguinetti. Entonces, la referida extranjerización podría considerarse "discreta", para algunos. En el período gubernamental del Dr. Vázquez se profundizó la concentración y extranjerización de la tierra a grados realmente alarmantes. El primer gobierno frenteamplista siguió en este aspecto, la exactamente la misma línea de los gobiernos anteriores.
Hoy, bajo la Presidencia de Mujica, el actual equipo económico sigue con la misma postura neoliberal, lo que resulta asombroso. Por suerte, el mismo Presidente, aún tardíamente, hace unos quince días ha tenido una reacción en relación a la tierra, pero, el proyecto todavía está en plena discusión interna en las filas de la fuerza política de gobierno.
Ojalá la demora sea para que nazca un proyecto de ley que no se limite a la imposición de un nuevo impuesto, sino, por el contrario, para que surja una herramienta legal con instrumentación y mecanismos eficaces para detener la concentración y extranjerización de la tierra.
Por la actitud permisiva del equipo económico del gobierno del Dr. Vázquez, hoy tenemos como consecuencia que, aproximadamente, la tercera parte de la tierra es de propiedad de extranjeros y de empresas multinacionales. Lo que resulta inaceptable para quienes tenemos un criterio nacionalista.
Si este proceso sigue, nos quedaremos sin país, porque no hay país sin tierra. El equipo económico actual parece que tiene miedo de ahuyentar la inversión extranjera, al igual que el equipo del gobierno anterior comandado por Astori. ¿Acaso el vicepresidente hoy maneja el timón del actual equipo económico? Todo es posible.
En el gobierno no se puede actuar con miedo. Quién actúa en el ejercicio del gobierno con vacilaciones y temores, nunca será buen gobernante.
Desde las esferas del gobierno, deberían mirar al Brasil, donde con toda firmeza, terminantemente se prohibió la adquisición de tierras a empresas que, siendo privadas, estaban adquiriendo extensiones astronómicas de tierra brasileña para una potencia extranjera.
En fin, veremos qué criatura nace del vientre de este gobierno, si un proyecto de ley sobre la tierra que solo imponga un nuevo impuesto o una herramienta eficaz que encare globalmente el gravísimo problema de la extranjerización del sustento del país, como lo es la tierra.
