Cerca de 400 familias menonitas en Colombia tienen tierras tan grandes como Bogotá: los investigan

Comunidades indígenas que pelean por territorios ocupados por menonitas - Noticias Caracol
Noticias Caracol | 11 de Noviembre, 2024

Cerca de 400 familias menonitas en Colombia tienen tierras tan grandes como Bogotá: los investigan

En los últimos 8 años, los menonitas han comprado más de 30.000 hectáreas en el Meta. La Agencia Nacional de Tierras investiga si estos terrenos son baldíos y los indígenas reclaman sus territorios.

Por: Noticias Caracol / Editado por: Camilo Rojas

La comunidad religiosa menonita ha comprado en los últimos ocho años más de 30.000 hectáreas de tierra en zona rural de Puerto Gaitán, Meta. Aunque ellos aseguran que las adquirieron de forma legal, la Agencia Nacional de Tierras investiga si los predios son terrenos baldíos, es decir, bienes de la nación, y si hay acaparamiento de tierras. De otra parte, los indígenas sikuani, pueblo aborigen de la altillanura, dicen que están en sus territorios ancestrales y que su producción afecta el medio ambiente.

Imágenes grabadas con dron muestran campos verdes sembrados de maíz. La cosecha de diciembre será prometedora. Ellos esperan recoger aproximadamente 150.000 toneladas de maíz. Estos son los campos de los menonitas, comunidad religiosa que en poco tiempo se ha convertido en un importante productor agroindustrial en el departamento del Meta.

"A veces mucha gente dice que el llano no produce. No, sí produce. Solo que hay que tener paciencia", dijo en Noticias Caracol en vivo Isaac Wall, menonita.

¿Cuánto terreno en Colombia tienen los menonitas?

La llegada de los menonitas hace ocho años a la altillanura colombiana ha generado polémica en varios frentes. Primero, la comunidad tiene más de 30 mil hectáreas en las afueras de Puerto Gaitán. Según el senador Wilson Arias, aquí se están acaparando terrenos baldíos que serían bienes de la nación. "Digamos que las infracciones a la norma vienen por varias vías. De una parte, lo que tienen que ver con la ley 160 de 1972, que tiene que ver con tierras baldías de la nación. De ellos se han encontrado cuatro predios que tienen que ver con esas características y que ha propiciado la recuperación de 8.346 hectáreas", dijo el político.

Según la Agencia Nacional de Tierras (ANT), los predios son: Cuba Libre, Malaber, La Cabaña y actualmente se investiga si Campo Alegre es un predio privado o de origen baldío. Mario Díaz, abogado de la comunidad menonita, espera que la decisión les sea favorable: "Se está verificando si es baldío o no, pero ya le hemos explicado a la ANT que tiene unas escrituras de antes de antes de 1974 y, según la sentencia 68, de la ley 160, en su artículo 48, se le debe dar aplicación a la fórmula transaccional".

¿Qué pasa entre los indígenas y los menonitas?

Otra arista del problema es la reclamación que el pueblo indígena Sikuani ha hecho de los predios que ocupan los menonitas. Para los aborígenes, estas son tierras ancestrales. Alba Rubiela Gaitán, gobernadora de la comunidad indígena Barrulia, manifestó que "tenemos derecho de estar en los sitios donde nos corresponda, donde los ancestros vivían anteriormente. A nosotros nos toca estar allá".

Sin embargo, el abogado de la comunidad religiosa niega este argumento: "Desde el inicio de las vías de hecho, siempre se respetó todo el procedimiento. Ellos siempre estuvieron acá y la ANT ha definido que no son tierras ancestrales". El abogado se refiere a una toma a la fuerza que hicieron los indígenas en un predio. La ocupación finalmente terminó en un desalojo, pues las autoridades le dieron la razón al dueño del lugar. "Aquí, en el 2021, la comunidad sikuani se tomó este predio por vías de hecho. Luego de un proceso largo, de más de tres años, se probó que era una propiedad privada. La ANT lo confirmó mediante resoluciones y lo que se hizo fue un desalojo", especificó el abogado.

Después del desalojo, las 140 familias de la comunidad de Barrulia fueron trasladadas a un coliseo en Puerto Gaitán. La Comisión Nacional de Territorios Indígenas, que busca defender y garantizar los derechos territoriales de los 115 pueblos indígenas en Colombia, acompaña a los sikuanis en este proceso.

Diana Paola Garrete, abogada de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas, dijo que las protestas de los indígenas se dan "entendiendo esa relación intrínseca que tienen los pueblos indígenas con el territorio para su pervivencia física y cultural y principalmente para este pueblo indígena que tiene una connotación de pueblo nómada y seminómada".

Territorios menonitas e indígenas - Noticias CaracolComunidades indígenas, eternas desplazadas por la violencia

La tragedia de los guahibos o sikuanes no está muy lejos en la historia. Desde los años 60 y 70 fueron desplazados de sus territorios por los señores de la guerra, desde Guadalupe Salcedo con las guerrillas liberales hasta la llegada del esmeraldero Víctor Carranza y su grupo paramilitar, cuenta el senador Arias: "Han sido muy castigados por la guerrillas viejas, la guerrillas liberales mataban indios, se practicaba la guahibiada, que era la cacería indígena. Nosotros cazábamos indígenas, eso cuenta lo que ha sido esa historia. Hubo lo que llamaron las jaramilladas, que fue una masacre enorme. El Ejército, la Policía, las guerrillas liberales, las FARC, el ELN, todos contra los indígenas y después Carranza".

Víctimas del conflicto armado arrollados por una fiebre por la tierra, desplazados y condenados a ser nómadas a la brava por beneficiarios de la reforma agraria que vendieron sus tierras al mejor postor. Esas ventas son las que hoy investiga la ANT.

La abogada Garrete sostuvo que, "haciendo el analisis de los títulos , encontramos que son predios de origen baldío, fueron entregados a unos sujetos definidos para la reforma agraria pero estos sujetos adelantaron estas ventas, desconociendo la existencia misma de los pueblos indígenas en el territorio".

Los menonitas y el impacto ambiental en Colombia

Según la Agencia Nacional de Tierras, casi 40 mil hectáreas están en manos de la comunidad menonita. Tierras que ellos explotan por su producción mecanizada. Esto deriva otra arista del problema, el impacto ambiental. Según Coormacarena, autoridad ambiental de la región, los menonitas habrían quemado 42 hectáreas de bosques. Ellos rechazan estos señalamientos.

"Nosotros queremos un futuro para nuestros hijos. ¿Qué razón hay de destruir la naturaleza y luego qué van a hacer mis hijos? Si hago algo lo hago por mis hijos, para que ellos prosperen. Me gustaría que alguien que diga que los menonitas destruyen el medio ambiente venga e investigue si es la verdad y así creo que la crítica se va a acabar", mencionó Isaac Wall, menonita.

Sin embargo, hay tres procesos sancionatorios por tala de bosques y contaminación de nacederos de agua. La Fiscalía también adelanta una investigación por delitos ambientales.

En su avioneta, Ramón Dick muestra los campos de producción, señala los nacederos de agua y morichales y cuenta que no los tocan porque saben que el agua está allí. También muestra un sector que, según los menonitas, fue deforestado cuando los indígenas se lo tomaron. Dick aclaró que una de las sanciones ambientales vino por la construcción de un puente sobre un caño sin el permiso de Coormacarena: "Estos eran terrenos para la ganadería. Nosotros llegamos y empezamos a sembrar árboles. Hemos hechos unos puentes y tuvimos que tumbar unos árboles pero no nos gusta tumbar arboles así".

Más allá del tema del puente, para Rubiela Gaitán, gobernadora de los sikuani, el fondo es el impacto de los arados mecanizados en los suelos "que son donde aran y siembran soya. Ya no existen los animalitos, ya no existen las medicinas tradicionales que nosotros utilizamos para la diarrea, para la fiebre. Los sitios sagrados los están acabando"

Para proteger su derecho a un ambiente sano, el pasado 6 de agosto, un juez de restitución de tierras decretó una medida provisional de protección de las comunidades indígenas Iwitsulibo, Barrulia, San Rafael de Warrojo y Tsawilonia. Esto sumado a la revocatoria de una resolución de la Agencia de Tierras que, durante años, negó la ansestralidad del pueblo Sikuani en la zona. Es un alivio para los nativos.

"Los pueblos indígenas vamos a seguir haciendo incidencia para que las entidades estatales reconozcan esa relación intrínseca de los indígenas con sus territorios, seguir la revisión de títulos y cómo se realizaron estas adjudicaciones", dijo la abogada de los indígenas.

El problema es complejo porque, parados en los zapatos de los menonitas, son grandes productores que siembran alimentos para abastecer el mercado nacional y evitar que el país importe granos, algo que ha pedido el mismo presidente Gustavo Petro: agricultura intensiva, donde antes hubo ganadería extensiva.

"Los colombianos necesitan de nosotros": Menonitas

Isaac Wall indicó que "la verdad nos necesitamos los unos a los otros. Nosotros necesitamos a los colombianos y ellos necesitan de nosotros y producir el grano, el alimento de Colombia, producirlo acá"

Un jaguar en los predios y dantas que se pasean en los cultivos son indicadores de que no todo es destrucción y deforestación, que todo puede ser posible si se cumplen las normas, se reconoce a los pueblos aborígenes y se respeta el medio ambiente, dice el senador Arias, quien impulsa un proyecto de ley que regulará lo que él ha llamado "la extranjerización de la tierra", para ponerle límites a la propiedad y evitar la concentración de predios rurales.

Mientras todo esto avanza, los indígenas sikuani siguen esperando en su exilio el retorno a sus territorios ancestrales.

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