Colombia: nuevos focos de deforestación en Parque Sierra de la Macarena apuntan a ganadería y acaparamiento de tierras

Thumb_gado_parque_em_colombiaLa ganadería es una de las principales causas de la deforestación en el Parque Sierra de la Macarena. Estas reses fueron fotografiadas en la Trocha Ganadera, una vía ilegal que construyó las FARC. Crédito: Ana María Rodríguez Ortiz para Mongabay Latam y Rutas del Conflicto.

 

Mongabay | 25 enero 2024
 

Colombia: nuevos focos de deforestación en Parque Sierra de la Macarena apuntan a ganadería y acaparamiento de tierras

por David Tarazona

  • Un nuevo foco de deforestación se presentó en diciembre de 2023 e inicios de 2024 en el Parque Nacional Sierra de la Macarena en el corredor andinoamazónico colombiano. Las más de 63 mil alertas de deforestación de la herramienta de monitoreo satelital Global Forest Watch advirtieron de la situación.

  • Fuentes en terreno señalan que la tumba tuvo lugar tras el levantamiento de restricciones a la tala que ordenaron, en octubre de 2023, las disidencias de las FARC. Además, múltiples voces señalan que el dominio de estos grupos impide el trabajo de control de las autoridades ambientales.

Tras la orden de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de permitir la tala de bosques en la Amazonía colombiana en octubre de 2023, la deforestación se disparó dentro y en los alrededores del Parque Nacional Sierra de la Macarena. Esta pérdida de bosque no solo fue confirmada por  fuentes locales consultadas por Mongabay Latam, sino también por las 63 027 alertas de deforestación detectadas, entre el 1 de octubre de 2023 y el 23 de enero de 2024, por la plataforma de monitoreo satelital Global Forest Watch (GFW).

En solo uno de los focos de deforestación, detectados por el satélite en diciembre de 2023, la pérdida de bosque primario alcanzó las 44 hectáreas al sur del área protegida, a la altura de Caño Canoas. Estamos hablando de un área que equivale a la extensión de 61 canchas de fútbol y que coincide también con la parte oriental de la vía ilegal conocida como la Trocha Ganadera o Sendero de la Paz, camino que, según distintos expertos ambientales, promueve la deforestación desde hace dos décadas.

No solo las alertas de GFW han detectado la pérdida de bosque reciente. El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) reportó, también en diciembre, 13 alertas de deforestación dentro del Parque Nacional Natural Sierra de la Macarena.

La deforestación en esta área protegida colombiana no es una novedad. En el 2021 se perdieron 3222 hectáreas y en el 2022 alrededor de 2738. Aún está pendiente la cifra para el 2023. Los factores asociados a esta pérdida de bosque, como lo han reportado organizaciones ambientales y autoridades, son la expansión de la ganadería extensiva y la praderización para acaparamiento de tierras, así como el establecimiento de la vía ilegal Trocha Ganadera, rebautizada como Sendero de la Paz después de la firma del Acuerdo de Paz.

Tras revisar las alertas de deforestación detectadas por GFW, una funcionaria ambiental que conoce el área y que pidió la reserva de su nombre, señaló que la pérdida en esos puntos puede estar asociada al “acaparamiento de tierras o puede ser con el objetivo de establecer ganadería extensiva, pese a ser parte de un área protegida y en la que solo se permite el ecoturismo. Talan con motosierras”. Además resaltó que el daño en el área protegida es preocupante, considerando que Sierra de la Macarena protege un ecosistema clave, al ser “un corredor biológico entre los Andes, la Orinoquía y la Amazonía con especies y biodiversidad únicas”.

Algunos funcionarios ambientales que trabajan en el área le dijeron a Mongabay Latam que la situación de violencia los ha obligado a monitorear la deforestación con herramientas satelitales, y que sus hallazgos los ha llevado a abrir, incluso, procesos sancionatorios. El trabajo remoto es clave en este parque, tomando en cuenta que las disidencias de las FARC amenazan a quienes desarrollan las acciones de control y, por lo tanto, les prohíben el ingreso a ciertas zonas del parque como al “sector Cabra Yarumales, sector Cafre, y sector Guayabero”, como lo confirmó a finales de 2023 Parques Nacionales a Mongabay Latam.

Ganadería y acaparamiento de tierras, los motores de la deforestación

A través de documentos de mediados de 2023, el Ideam le confirmó a Mongabay Latam que en Sierra de la Macarena la pérdida de bosque está asociada a la presencia de ganadería extensiva ilegal, así como el acaparamiento de tierras y el desarrollo de vías ilegales.

John Aguilar, especialista en investigaciones geosatelitales en Gaia Amazonas, fundación que analiza y genera datos sobre el estado de conservación de la Amazonía colombiana, señala que las alertas de deforestación detectadas en diciembre de 2023 y enero de 2024 coinciden con la tendencia histórica de deforestación que se registra a finales y principio de año en la Amazonía del país. “La expansión de la frontera agrícola sigue pese a tratarse de un área protegida, probablemente para colonizar tierras. Y esta ausencia de Estado es aprovechada por los actores de la zona”, precisa Aguilar.

La misma tendencia fue señalada y detectada por Johan Ramírez, experto en Sistemas de Información Geográfica (SIG) que analiza la deforestación en el área para Ideam y Cormacarena. De hecho Ramírez señaló que, durante diciembre de 2023, observó “una reactivación del fenómeno” en  La Macarena, uno de los municipios que alberga al parque nacional”. También detectó 176 alertas tempranas de deforestación en la región y 14 específicamente dentro del parque. Esto coincide con las 63 027 alertas de deforestación de detectadas por Global Forest Watch entre octubre de 2023 y el 23 de enero de 2024. La mayor cantidad de alertas —52 068 de ellas— ocurrieron entre diciembre 2023 y enero 2024, con focos en la zona este del parque, colindante con el Área de Manejo Especial La Macarena.

Ramírez también precisó que el foco de deforestación que muestra GFW está muy cerca “a la vía ilegal denominada Trocha Ganadera o Sendero de la Paz”, lo que fue confirmado por un campesino de la zona que aseguró que la pérdida de bosque aumentó desde finales del año 2023 “estrictamente para la ganadería”.

En el año 2022 había un total de 736 653 bovinos en los municipios que comprenden al parque nacional, según datos del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). Esta cifra representa un incremento del 80 % con respecto al 2016. Un factor asociado a esta ganadería extensiva es la construcción de vías ilegales como en el caso de la Trocha Ganadera, que atraviesa el parque nacional desde los municipios de Vista Hermosa hasta La Macarena y que ha sido usada para transportar las cabezas de ganado a la zona, de acuerdo con testimonios locales. Sobre el nuevo foco de deforestación, voceros de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) explicaron que “ese nuevo frente está relacionado con la ampliación de lotes para ganadería principalmente. Es preocupante porque está al interior del parque nacional”.

Según un informe de 2021 de la organización ambiental Parque Cómo Vamos, el Parque Sierra de la Macarena tiene en su interior más de 11 kilómetros de vías. “Las vías son factores de deforestación porque permiten el acceso con mayor facilidad. Los actores armados ilegales las han incentivado. Los factores se conectan”, dice otro de los funcionarios ambientales entrevistados para esta publicación, quien además resaltó que el acaparamiento de tierras y la ganadería también sirven para el lavado de activos ilegales.

Sobre el acaparamiento de tierras, los expertos y funcionarios consultados señalan que quienes tumban el bosque y se apropian de los terrenos, luego especulan con el precio de la propiedad. Además, que este negocio no lo manejan pequeños campesinos, pues no tienen los recursos económicos para costear la deforestación de amplias áreas y que esta probablemente la ordenan grandes ganaderos. “La tala de una hectárea cuesta aproximadamente 2 millones de pesos colombianos (511 dólares). Y normalmente deforestan más de 50 hectáreas. Entonces lo ordenan personas de alto valor adquisitivo”, dice una de las funcionarias ambientales consultadas.

Las fuentes en terreno mencionan que la deforestación se ha retomado dentro del parque y fuera de este tras el levantamiento de la prohibición a la tumba que había instaurado la disidencia de las FARC del Estado Mayor Central (EMC). A través de un comunicado, el grupo permitió la tala desde el 12 de octubre de 2023 en áreas de menos de 15 hectáreas, siempre y cuando fuera de parques nacionales. Los armados señalan que no aceptaran el pago de multas a quienes sobrepasen esta extensión y que podrían “aplicar medidas más drásticas con sus predios”. En la misiva, culpan al gobierno nacional de no garantizar la reforma agraria.

El campesino entrevistado considera que la orden de las disidencias es una respuesta a que el gobierno nacional no ha logrado impulsar “los proyectos de desarrollo rural ni las alternativas productivas”, como parte de las negociaciones de paz que llevan a cabo ambas partes y a que las conversaciones han tenido múltiples altibajo.
 

Las amenazas que impiden la labor de los guardaparques

Al preocupante panorama de tumba se suma que los funcionarios encargados de proteger el parque nacional tienen la prohibición de entrar a los sectores del área protegida conocidos como Cabra Yarumales, Cafre y Guayabero. En este último se ha identificado un foco de deforestación reciente. Desde 2020, como dijo Parques Nacionales a Mongabay Latam a fines de 2023, las disidencias de las FARC prohibieron el ingreso de los funcionarios. Fuentes entrevistadas para el especial Violencia en áreas protegidas amazónicas de Colombia de Mongabay Latam dijeron que eso fue una respuesta a las acciones de la operación militar Artemisa, realizada durante el gobierno de Iván Duque, en el Parque Sierra de la Macarena.

Un panfleto de 2022 de las disidencias evidencia el riesgo latente. En este prohíben el ingreso de Parques, la corporación autónoma regional Cormacarena y le prohíben a las comunidades dar el aval para su acceso. “Quien encontremos de estas corporaciones en el casco rural o sitios poblados haremos ejercer el verdadero control de las FARC-EP”, resalta el panfleto.

De hecho, como respuesta a estas intimidaciones, Parques Nacionales ha solicitado a la Fiscalía investigar al menos cuatro amenazas contra sus funcionarios del Parque Sierra de la Macarena entre 2019 y 2022. “Para el año 2023 nuevamente los grupos armados manifiestan a unos líderes de la comunidad del municipio de San Juan de Arama y La Macarena que prohíben el ingreso y el relacionamiento de las comunidades con el personal de parques”, dice la entidad en respuesta a una petición de Mongabay Latam sobre las intimidaciones más recientes. El peligro continúa.
 

Debido al alto peligro que corren, a los guardaparques no les queda otra alternativa que vigilar algunos sectores del parque con monitoreo de manera satelital. “Es una zona de alto riesgo, estamos vetados”, dice una de las funcionarias ambientales consultadas sobre la reciente deforestación entre diciembre de 2023 y enero de 2024. Pese a los obstáculos, recientemente se han abierto procesos sancionatorios contra deforestadores en la parte del parque ubicada en el municipio de Vistahermosa.

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