20-10-2020, BASE-IS
Asunción, 20 de octubre de 2020 (BASE-IS) El estallido de un nuevo escándalo de corrupción en el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT) donde sus principales autoridades fueron imputadas y destituidas, pone al desnudo que una de las instituciones más importantes de la estructura estatal se encuentra cooptada por sectores que la convirtieron en una inmobiliaria que responde sólo a los intereses de los poderosos.
Mario Vega, hasta ayer titular del INDERT, es directivo de la Coordinadora Agrícola del Paraguay, uno de los gremios que representa a los intereses del agronegocio, su gestión al frente del ente rural estuvo marcada por denuncias de campesinos y campesinas que exigen que el INDERT cumpla con su verdadera función de velar por el acceso a la tierra para los pequeños agricultores.
El caso de la Comisión Vecinal de Colonia Yvype Sexta Línea es una muestra clara de como opera la rosca que maneja el INDERT, así lo denuncian los abogados y miembros de la comisión que luchan desde hace años por recuperar tierras que originalmente pertenecen a la colonia campesina, pero que, sin embargo, están siendo usurpadas por colonos menonitas para la siembra de soja transgénica. “Ña Aida González y Don Ceferino Peralta tenían razón en sus denuncias, los abogados, Mario Vega y Aldo León, hoy están imputados por negociar con tierras públicas, pero Ña Aida González y Don Ceferino Peralta, hoy están privados de su libertad en la Comisaría 18 de Sta. Rosa del Aguaray, a pedido del fiscal Néstor Narvaez y por disposición del juez de Garantías Rodrigo Valdez Berni, en base a resoluciones que sacaron los funcionarios del INDERT hoy imputados por corruptos” señalan los integrantes de la comisión.
Agregan que en el INDERT opera una “rosca que blanquea tierras del estado usurpados por no beneficiarios de la reforma agraria” que incluye a jueces, fiscales y funcionarios del ente que entregan tierras a extranjeros y terminan persiguiendo a campesinos y campesinas que luchan por un pedazo de tierra. Estas operaciones han llevado a que cerca de un millón de hectáreas pertenecientes al INDERT y que fueron destinadas a asentamientos campesinos finalmente vayan a parar a manos de grandes productores de cultivos transgénicos.
Asunción, 20 de octubre de 2020 (BASE-IS) El estallido de un nuevo escándalo de corrupción en el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT) donde sus principales autoridades fueron imputadas y destituidas, pone al desnudo que una de las instituciones más importantes de la estructura estatal se encuentra cooptada por sectores que la convirtieron en una inmobiliaria que responde sólo a los intereses de los poderosos.
Mario Vega, hasta ayer titular del INDERT, es directivo de la Coordinadora Agrícola del Paraguay, uno de los gremios que representa a los intereses del agronegocio, su gestión al frente del ente rural estuvo marcada por denuncias de campesinos y campesinas que exigen que el INDERT cumpla con su verdadera función de velar por el acceso a la tierra para los pequeños agricultores.
El caso de la Comisión Vecinal de Colonia Yvype Sexta Línea es una muestra clara de como opera la rosca que maneja el INDERT, así lo denuncian los abogados y miembros de la comisión que luchan desde hace años por recuperar tierras que originalmente pertenecen a la colonia campesina, pero que, sin embargo, están siendo usurpadas por colonos menonitas para la siembra de soja transgénica. “Ña Aida González y Don Ceferino Peralta tenían razón en sus denuncias, los abogados, Mario Vega y Aldo León, hoy están imputados por negociar con tierras públicas, pero Ña Aida González y Don Ceferino Peralta, hoy están privados de su libertad en la Comisaría 18 de Sta. Rosa del Aguaray, a pedido del fiscal Néstor Narvaez y por disposición del juez de Garantías Rodrigo Valdez Berni, en base a resoluciones que sacaron los funcionarios del INDERT hoy imputados por corruptos” señalan los integrantes de la comisión.
Agregan que en el INDERT opera una “rosca que blanquea tierras del estado usurpados por no beneficiarios de la reforma agraria” que incluye a jueces, fiscales y funcionarios del ente que entregan tierras a extranjeros y terminan persiguiendo a campesinos y campesinas que luchan por un pedazo de tierra. Estas operaciones han llevado a que cerca de un millón de hectáreas pertenecientes al INDERT y que fueron destinadas a asentamientos campesinos finalmente vayan a parar a manos de grandes productores de cultivos transgénicos.