Argentina: Hegemonía verde, fundaciones conservacionistas en el control del territorio

9-5-2021 - El Cohete a la Luna
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Por Susana Lara

Las fundaciones operan en enclaves estratégicos con valor medioambiental

Las transformaciones en la propiedad de la tierra y las diferentes formas de apropiación de los bienes de la naturaleza incluyen la intervención de fundaciones que disputan con herramientas propias el control real del territorio. En la presente etapa neoliberal, el valor medioambiental es un activo económico clave para el despliegue de capitales en la compra directa de tierras o acuerdos con otros titulares de dominio, donación y condicionamientos estratégicos al Estado y el conjunto de la sociedad para el destino de áreas del espacio continental y marítimo. El ambientalismo o el conservacionismo son rasgos del capital de inversión que se canalizan, en ocasiones, con instrumentos jurídicos sin fines de lucro, enmascarando que los servicios ambientales y la diversidad genética tienen valores económicos y financieros en el mercado global.

Tompkins Conservation, del fallecido empresario Douglas Tompkins, acapara la mayor superficie de tierras en la Argentina y Chile con operaciones registradas desde los ‘90. Algunas tierras las donó con condiciones específicas al gobierno nacional y otras las gerencia en forma privada a través de sociedades anónimas. Tiene inserción en Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Santa Cruz y Tierra del Fuego. A través de Rewilding Argentina opera en colaboración financiera con la Fundación Wyss, especialmente en el proyecto para la Patagonia sur, a través del que pretende crear un parque binacional con propiedades en Chile. El empresario suizo Hansjörg Wyss formó su fundación en 1998 con sede en Washington. Interviene en reservas y parques en El Impenetrable (Chaco), Mar Chiquita (Córdoba) y Aconquija (Tucumán).

Las fundaciones en cada provincia tienen inserción institucional diferente. En algunos casos, en tensión con organizaciones sociales y políticas locales; en otros, sin información pública disponible, a pesar de llevar años con presencia en el territorio. The Nature Conservancy (TNC) es norteamericana. Recibió tierras de un propietario privado que fraccionó la antigua estancia Fortín Chacabuco en la costa noreste del lago Nahuel Huapi, en Neuquén. Por su parte, desde hace años Land Ethic Action Foundation tiene casi 200 hectáreas en El Bolsón (Río Negro), a las que habría accedido en forma irregular. Esas tierras eran de propiedad fiscal y, por lo tanto, una fundación no se ajusta a las exigencias de la ley de tierras vigente (una constante en la provincia que hemos documentado en numerosos casos). En los últimos años se perdió la pista del destino de la Fundación Neuquén para la Conservación de la Naturaleza, que recibió fondos de la norteamericana Fundación Tiken para un desarrollo en las lagunas de Epulafquen, en la cordillera norte de esa provincia. Por su parte, la Fundación Vida Silvestre creó la reserva San Pablo en Puerto Pirámides, Chubut, en un área con fuerte presión inmobiliaria y del turismo internacional.
 
Caso testigo

Al menos entre 2005 y 2006 The Tinker Foundation, con sede en Nueva York, financió el proyecto “Fortalecimiento de la Capacidad Local para Lograr un Co-manejo Efectivo en un área Natural Protegida en el Sur Argentino”, parte de un programa de investigación y desarrollo en reservas de la biosfera. A nivel local lo llevaron adelante la Fundación Neuquén para la Conservación de la Naturaleza, la Dirección General de Áreas Naturales Protegidas de la provincia y el Municipio de Las Ovejas, para las lagunas de Epulafquen ubicadas sobre la cordillera.

Un litigio judicial permitió conocer algo de la trama profunda que está en la creación de una “servidumbre ambiental para la protección a perpetuidad de tierras privadas en la Patagonia Argentina”, trabajo publicado en 2003 por Agnès Sibileau en 2003. El reclamo de la antigua propietaria llegó hasta un laudo arbitral del que surgieron otras precisiones. Sibileau es una familia empresaria con varias fracciones de tierra en la zona, además de cara visible de esa fundación en la demanda judicial.

Según esos documentos, en 1999 la Fundación inició las tratativas para una servidumbre ambiental a perpetuidad en la Patagonia, a pocos kilómetros de la frontera con Chile, en los bosques andino-patagónicos. El proyecto incluyó una propiedad de 50 hectáreas situada dentro de la Reserva Provincial Turístico-Forestal Lagunas Epulafquen, única propiedad privada dentro de la reserva, donde se encuentra parte del último relicto norte de bosque andino-patagónico. Por otro lado, una propiedad de 144 hectáreas lindera con bañados o humedales surcados por un curso de agua que nace y muere en la propiedad y que une dos lagos de origen glaciario que conforman la cabecera de aguas de uno de los principales afluentes de la cuenca del río Neuquén, el río Nahueve.

Sibileau precisó que el fundo dominante, por razones de negociación con los antiguos propietarios, herederos de una sucesión, fue adquirido por una persona física designada por la Fundación para su posterior transferencia a esta última. En julio de 2001 se constituyó la servidumbre ambiental en beneficio del fundo dominante. El precio pagado por ella consistió en una suma de dinero más el compromiso de elaboración e implementación de un plan de manejo cada diez años, a cargo del fundo dominante. Su inscripción en el Registro de la Propiedad Inmueble de la provincia fue aceptada bajo la denominación de «servidumbre real ambiental a perpetuidad».

Queda por profundizar los alcances de este tipo particular de servidumbre, sobre lo que escribió en 2001 Luis Castelli, abogado miembro de la Fundación Naturaleza para el Futuro (FuNaFu). Esa fundación cataliza el proyecto Propiedad Privada Patagonia (PPP), plan estratégico que lanzó la ex ministra Patricia Bullrich como movimiento anti-tomas de tierras urbanas y rurales.

Otras experiencias

The Nature Conservancy (TNC) recibió más de 5.000 hectáreas de un privado, una fracción de la antigua estancia Fortín Chacabuco ubicada dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi. En 2016 inició el manejo del proyecto ganadero sostenible, aunque desde 2010 tiene firmado un acuerdo de colaboración con Parques Nacionales para la recuperación de mallines y pasturas naturales.

TNC acaba de anunciar que están avanzadas las negociaciones para lanzar un fondo para el manejo del agua de la cuenca del río Chubut con la provincia de Chubut y el aporte de Coca-Cola y Aguas Danone Argentina. Es un avance en el proyecto de TNC iniciado en 2017 con un fondo de agua para el río Mendoza, siguiendo el modelo lanzado en 2000 en Quito, Ecuador. En el gran Chaco promueve acciones en colaboración con Syngenta, la trasnacional de los insumos para la soja transgénica.

En 2008 abrió una oficina en San Carlos de Bariloche para realizar un proyecto de protección de pastizales en la estepa patagónica. En 2012 firmó un acuerdo de colaboración con la provincia de Chubut, conocimiento que ahora pretende profundizar para el manejo de aguas públicas.

 Arco amplio

Tompkins Conservation aglutina los desarrollos en Chile y la Argentina que ahora están a cargo de Kristine McDivitt, esposa del fundador. Por fuera, con sociedades anónimas, desarrolla otras propiedades rurales. Este proceso de acaparamiento comenzó en 1987 en Chile, donde controla unas 500.000 hectáreas, y en la Argentina en 1992, con unas 300.000 hectáreas, según un informe propio de la fundación que no tiene fecha de edición. Entendemos que siguen controlando las tierras donadas a los Estados de Chile y la Argentina, ya que son con fines específicos y con condiciones que les reconocen poder real, que analizaremos en otro momento.

La mayoría de las operaciones fueron a nombre de The Conservation Land Trust S.A. (CLT) inscripta en Corrientes en 1983, mucho antes de que se concretaran las compras de inmuebles en el país. Tras la muerte de Douglas Tompkins, se transformó en Rewilding Argentina. En 1992 compró la estancia El Rincón, junto al Parque Nacional Perito Moreno en Santa Cruz, de 15.000 hectáreas. Ese mismo año, realizaron las primeras operaciones con propietarios ganaderos tradicionales en los Esteros del Iberá, Corrientes. El salto en esa zona fue en 2002 cuando el Grupo Pérez Companc se desprendió de sus campos forestados, con algo más 57.000 hectáreas sobre el acuífero del Paraná. En Entre Ríos tienen tres campos, propiedad de sociedades anónimas presididas por McDivitt.

En la Patagonia la presencia más destacada es la de compra y donación de tierras para el Parque Nacional Monte León, estratégicamente ubicado sobre el tramo final del río Santa Cruz y con salida a un amplio litoral marítimo. Aunque el mayor despliegue lo hizo sobre la cordillera, en coordinación con Wyss y en un controvertido proyecto binacional sin que se discutieran los alcances jurídicos del carácter binacional proyectado. También alienta un proyecto binacional en la península Mitre en Tierra del Fuego, el que está más desarrollado desde el lado de Chile.

Más silencioso fue el despliegue de Conservación Patagónica Argentina S.A., creada en 2002 y absorbida por CLT en 2011. Aunque sitios web consultados hace varios años hoy están inactivos, damos por descontado que Patagonian Land Conservation Trust es la que inició dos acuerdos de servidumbre ambiental en la meseta de Somuncurá (Río Negro), espacio de gran valor medioambiental y de ocupación tradicional mapuche-tehuelche. Existió un acuerdo con Wool for Ever S.A., propietaria de 40.000 hectáreas de la estancia Cabeza de Vaca, y otro con una antigua familia del lugar en Estancia Rucu Luan, cerca del paralelo 42.

Relectura

Es imprescindible bucear en el lobby de los capitales con y a través de estas fundaciones, y de ellas con los organismos financieros internacionales y las fundaciones domésticas que canalizan algunos de esos flujos. Son jugadores fuertes y particulares en el conflicto global por el control del territorio y la mercantilización de la naturaleza.

Por ejemplo, Wyss y TNC intervienen en colaboración en tierras en Estados Unidos. También en Belice, donde compraron 96.000 hectáreas de bosque tropical de la Selva Maya. Debemos analizar esas prácticas para entender las cooperaciones domésticas.

Por último, Chile ya tiene un recorrido hecho en relación con el proyecto de Tompkins, el que necesariamente hay que revisar para identificar las formas particulares del neoliberalismo para con los bienes de la naturaleza y las razones de la presión incesante sobre la población rural que sostiene formas de vida tradicionales.

 *El geógrafo Javier Grosso, investigador de la Universidad Nacional del Comahue, realizó la cartografía para esta nota.
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