Colombia: El fantasma de la soya recorrió la Mesa de La Habana

15-9-2016, Colombia Informa
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Andrés Fuerte

Acorde con la historia y las causas del conflicto armado, el tema agrario fue el protagonista del primer punto de las negociaciones entre el gobierno colombiano y las FARC – EP en La Habana, Cuba, que condujeron al acuerdo para la terminación del conflicto con esta guerrilla. En este proceso intervino Gustavo Grobocopatel, el Presidente de una multinacional agrícola, con presencia en varios países de América Latina. Los componentes del modelo Grobo contradicen cualquier intento de democratizar el campo y algunos planteamientos del acuerdo de La Habana. Por tanto, preocupa la incidencia de Los Grobo en las negociaciones de La Habana y en el desarrollo de las políticas para el agro en el posacuerdo.

Punto I de La Habana: reformas pendientes para el agro

El punto I del acuerdo logrado entre el gobierno y las FARC gira en torno a la Reforma Rural Integral (RRI), cuyo propósito es una “transformación integral de la ruralidad colombiana”. Puede resumirse en un componente de acceso a tierras y otro de desarrollo rural, que se desagrega a su vez en un nivel territorial (Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial) y otro de alcance nacional (Planes Nacionales para la Reforma Rural Integral).

En materia de tierras, los elementos más importantes son en primer lugar, un Fondo de Tierras de distribución gratuita. El fondo se alimentará principalmente de tierras provenientes de extinción de dominio, recuperación de baldíos indebidamente ocupados y “actualizaciones” de Zonas de Reserva Forestal. Se complementa con los mecanismos tradicionales de acceso a tierras, subsidios y créditos para compra. En segundo lugar, se propone un programa masivo de formalización de la propiedad, que abarcará siete millones de hectáreas, priorizando las que coincidan con los PDET y Zonas de Reserva Campesina. Como novedad, las tierras adjudicadas o formalizadas en el marco del acuerdo serán inalienables e inembargables por un periodo de siete años.

Los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial promueven el bienestar y buen vivir de la población rural, el desarrollo de la economía campesina y familiar, la integración de las regiones golpeadas por el conflicto armado. Se priorizarán en las regiones con mayores índices de pobreza, mayores afectaciones del conflicto, debilidad institucional y presencia de cultivos ilícitos. Los Planes Nacionales para la Reforma Rural Integral por su parte, hacen énfasis en la provisión de bienes públicos, incluyendo infraestructura y adecuación de tierras, en derechos sociales (salud, educación, vivienda) y estímulos a la producción (créditos, asistencia técnica, comercialización, etc.).

Este punto, igual que el resto del acuerdo, es farragoso, denso y prosaico, como dijo Héctor Abad1. En algunos temas muy concreto: siete millones de hectáreas de formalización, tres millones para el Fondo de Tierras, reducir la pobreza extrema rural a la mitad. En otros puntos absolutamente general y enunciativo: cerrar las brechas entre campo y ciudad, “Hacer del campo colombiano un escenario de reconciliación”, etc.

Podemos entenderlo como una serie de reformas indispensables para el agro y pendientes desde hace décadas. La aplicación o potenciamiento de instrumentos ya existentes, como la extinción de dominio, adjudicación de baldíos, formalización de Zonas de Reserva Campesina. Como dijo el Profesor Francisco Gutiérrez Sanín la semana pasada en la Conferencia Internacional sobre tierras en la Universidad Externado, el programa de La Habana es un acuerdo de acceso a tierras. La redistribución queda pendiente. O como dijo el exministro Juan Camilo Restrepo, el acuerdo “no viene a ser otra cosa que el esbozo de lo que tendrán que ser los capítulos de un gigantesco plan de desarrollo rural”2. Reformas moderadas, aplicación de normas ya existentes. Nada que la extrema derecha pueda agitar contra el acuerdo como llegada del castrochavismo o atentados a la legítima propiedad privada.

Reformas pendientes desde hace años, que no se han adelantado porque requieren al menos tres cosas, faltantes hasta ahora: voluntad política, capacidad técnica y recursos suficientes. Ahí está el primer obtáculo para la materialización de la RRI, la falta de recursos. La caída de los precios del petróleo hace mella en las finanzas públicas. Como muestra clara, el presupuesto para el agro en 2017 caerá 33,6%, llegando a $1,6 billones, mientras el mismo Restretpo afirma que la RRI valdría $8 billones anuales. El gobierno no nos ha dicho cuánto valdrá este ni los demás puntos del posconflicto, ni de dónde saldrán los recursos.

Los Grobo: la Cargill del Mercosur.

“Yo quisiera ser la Cargill del Mercosur”3 dice el argentino Gustavo Grobocopatel, Presidente del Grupo Los Grobo y conocido como el Rey de la soya. Tiene al menos 120 mil hectáreas sembradas de este cultivo, presencia en Paraguay, Uruguay y Brasil4. Un agroindustrial global, terrateniente, pero sin tierra. Describe su modelo de la siguiente manera: “(…) esto se puede hacer sin la propiedad de la tierra, que la arrendamos; del capital, que nos lo prestan para que lo hagamos producir; y del trabajo, que lo tercerizamos”5.

Su modelo es el toyotismo aplicado al agro. Incluso son socios de Mitsubishi. Producción de commodities (soya principalmente), cuya tecnología viene de un lugar, el capital de otro, se produce en otro y se vende en otro (su obsesión es el mercado chino). El modelo financiarizado del monocultivo, de plantaciones inmensas, intensivo en agrotóxicos, que desplaza a los campesinos y otros cultivos, porque no deja lugar para ellos. Corporativismo rampante, al punto que hacen parte la llamada “República Unida de la soya”, que tiene incluso mapa, bandera y un enorme poder político. Abarca 46 millones de hectáreas que se fumigan con 600 millones de litros de glifosato y deforesta 500 mil hectáreas al año 6.

Entre Los Grobo, las Zidres y la paz

Ese es el modelo de Gustavo Grobocopatel, quien como informó La Silla Vacía, se reunión con los negociadores de la mesa de La Habana en marzo de 20167. Su presencia va más allá de las reuniones con las delegaciones de paz. Ha visitado la Altillanura, avizorando que en 10 años podría haber tres millones de hectáreas de nuevos cultivos en esa región8. Participó también en la elaboración del informe financiado por el gobierno colombiano y el BID “Colombia siembra en la Altillanura”, complemento de las Zonas de Interés de Desarrollo Rural, Económico y Social (Zidres). La combinación Zidres – Colombia siembra es la apuesta principal para los próximos años del gobierno colombiano.

El modelo Grobo coincide ampliamente con las Zidres, definidas en la Ley 1776 de 2016. De hecho, en el evento de la firma de la Ley, Grobocopatel estuvo invitado. Sobre él Santos dijo en esa ocasión “cuando vio el potencial de Colombia se acercó, no en búsqueda de dinero, no en búsqueda de contratos, sino en búsqueda simplemente de que le permitieran usar su experiencia para poner a producir toda esta altillanura”9. Una coincidencia fundamental entre lass Zidres y Los Grobo es es que el empresario pasa a ser el responsable de la reforma agraria. Las Zidres lo hacen, porque en ellas es el empresario quien entrega tierra al campesino, dependiendo de las condiciones del proyecto. Los Grobo lo hacen, como dice Gustavo: “(…) creamos un modelo que estimula la movilidad social, que democratiza el acceso a los factores de la producción (…)”. La producción de commodities, cultivos de tardío rendimiento y la internacionalización de la economía, son elementos de las Zidres que se asemejan también a las características del modelo Grobo.

¿Cuál es el peligro del modelo Grobo y las Zidres para los acuerdos de paz? En primer lugar, podemos afirmar que es una amenaza al componente de tierras del acuerdo de La Habana. El Fondo de Tierras incluye baldíos recuperados, y el programa de formalización incluye titulación de baldíos. En las Zidres, estos predios pueden ser concesionados a empresarios (como Grobocopatel), de manera que restarían tierras disponibles para la RRI. Cada vez queda más claro que las Zidres no serán exclusivas para la Altillanura, como el gobierno argumentó inicialmente, lo que significa que la misma tensión se podrá presentar en diferentes regiones del país. Mientras la RRI habla de promover la economía familiar y campesina, las Zidres apuestan por la producción a lo Grobo, que demanda infraestructura, tierras y subsidios para los empresarios. Mientras el acuerdo habla de “promoción y protección de las semillas nativas”, las de Los Grobo son modificadas genéticamente (para Grobocopatel, el problema no es Monsanto en sí mismo, es que no haya 10 Monsantos que compitan). Mientras el acuerdo habla del derecho a la alimentación, las Zidres promueven la producción de commodities agrícolas, que afectan la soberanía alimentaria de las comunidades y del país. Mientras el acuerdo reconoce la exclusión histórica del campesinado, el modelo Grobo-Zidres lo desaparece, porque implica el despojo de sus tierras, la proletarización y la desculturización del campesinado.

Las FARC han sido conscientes del problema del acaparamiento y la extranjerización de la tierra. En su discurso de 2012 en Oslo, Iván Márquez se refirió a los nuevos llaneros “que de llaneros no tienen nada”10 y que se están apropiando de la Orinoquia. En su intervención el día del acuerdo del cese al fuego, Timochenko afirmó que el cumplimiento del acuerdo “requerirá de la organización y movilización constante de la gente por su cumplimiento. Lo ponen de presente la insistencia oficial en las ZIDRES pese a lo pactado en La Habana (…)”11. A pesar de ello, Grobocopatel dijo sobre su reunión con la delegación de las FARC “Me sentí muy cómodo junto a ellos, yo tengo mucha empatía con la gente del campo”12.

Una vez logremos la victoria del SÍ en el plebiscito, en el posacuerdo debemos luchar por la realización de reformas para el agro pendientes hace décadas, por el cumplimiento de la legislación que beneficia al campesinado, por profundizar los instrumentos de reforma agraria. También por reivindicaciones más amplias, que incluyan el reconocimiento político del campesinado, el freno a la locomotora mineroenergética y los PINES, que devastan sus territorios. Lo que no es aceptable es el posconflicto como un escenario que permita la profundización del modelo extractivo, que en el agro copie a Los Grobo con su visión del monocultivo a gran escala, de vocación exportadora y ultraconcentrador de tierras, que excluye por completo al campesinado. Al contrario, la consolidación de la paz requiere del reconocimiento, reparación y reafirmación del sujeto campesino.

1“Poesía y prosa de un acuerdo imperfecto”. Disponible en http://colombia2020.elespectador.com/justicia/poesia-y-prosa-de-un-acuerdo-imperfecto

2 “En el camino de la transformación agraria”. Disponible en http://www.elespectador.com/noticias/paz/el-camino-de-transformacion-agraria-articulo-521882

3 “Gustavo Grobocopatel: ¿Rey o esclavo de la soja?”. Disponible en http://www.lavaca.org/mu73/el-que-tiene-coronita/

4 GRAIN, “The farmland grab in 2016: how big? how bad?”. 2016.

5 “El ideólogo de la mística sojera. entrevista a Gustavo Grobocopatel. por Diego Genoud, Alejandro Bercovich y Mario Santucho”. Revista Crisis. Septiembre 2015

6 GRAIN, “La República unida de la Soja recargada”. 2013.

7 “La visita del “rey de la soya” a La Habana”. Disponible en http://lasillavacia.com/content/la-visita-del-rey-de-la-soya-la-habana

8 “En 10 años la Altillanura tendría 3 millones de hectáreas de nuevos cultivos”. Disponible en http://www.losgrobo.com/en/media-room/696-en-10-anos-la-altillanura-tendria-3-millones-de-hectareas-de-nuevos-cultivos.html

9 Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la sanción de la Ley de Zidres. Disponible en http://es.presidencia.gov.co/discursos/Palabras-del-Presidente-Juan-Manuel-Santos-durante-la-sancion-de-la-Ley-de-Zidres

10 Discurso de Iván Márquez en la instalación de la mesa de negociación, Oslo, octubre 18 de 2012. Disponible en http://viva.org.co/cajavirtual/svc0325/pdfs/articulo584a_325.pdf

11 “Este es el discurso completo de Timochenko en la firma del acuerdo del fin del conflicto”. Disponible en http://www.elheraldo.co/nacional/este-es-el-discurso-completo-de-timochenko-en-la-firma-del-acuerdo-del-fin-del-conflicto

12 “Grobocopatel: “Me sentí muy cómodo junto a las FARC”. Disponible en http://www.losgrobo.com/blog/2016/07/19/2602/

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