14-7-2016, Ámbito
La FAA también disparó contra flexibilización de Macri para la venta de tierras a inversores extrajeros. La entidad que nuclea a pequeños y medianos productores adhirió a los duros cuestionamientos que cosecha la polémica modificación a la norma sancionada en 2011 por el kirchnerismo.
No cesa la polémica en torno al decreto de Mauricio Macri que flexibiliza la compra de tierras por parte de inversores extranjeros.
A la escalada de críticas que brotaron desde las provincias se sumaron los reparos disparados por la Federación Agraria Argentina (FAA).
Desde la cúpula de la entidad agraria, Omar Príncipe disparó contra el Presidente. "No le tiembla la mano para firmar un decreto en favor de intereses extranjeros; los pequeños y medianos productores seguimos esperando respuestas", dijo.
En las últimas horas, los cuestionamientos desde la FAA se replicaron en sus terminales en distintos puntos del país.
"Nosotros, por historia y tradición, creemos en la soberanía no sólo territorial sino también alimentaria. Más allá de los capitales extranjeros que vengan, tenemos que discutir cómo hacemos para darles condiciones de arraigo a los productores nuestros", sostuvo el director del Tercer Distrito de la entidad, Elvio Guía.
En sintonía, el secretario gremial de la FAA, Orlando Marino, aseguró que "acá pareciera que quieren poner un cartel de remate a nuestras tierras, con los productores adentro". "Necesitamos políticas públicas que promuevan el desarrollo rural, las economías regionales, los pueblos del interior", remarcó.
La arenga, disparada desde una entidad que nuclea a pequeños y medianos productores, muestra el malestar que crece desde ese sector, en medio de una postura más concesiva del resto del arco agrario. La efervescencia que despierta va a contramano de los esfuerzos de Macri en pos de mantener una relación fluida con el campo, a diferencia de las tensiones que caracterizaron a la gestión kirchnerista.
De hecho, ayer la propia mandataria bonaerense, María Eugenia Vidal (Cambiemos), enfatizó que "no hay que pelearse más con el campo", generador de "miles de puestos de trabajo en todo el país". Fue en el marco de un acto que protagonizó en Bahía Blanca, junto a Macri.
En medio de este clima de rechazo que se extiende, la senadora nacional Magdalena Odarda pidió al ministro de Justicia nacional, Germán Garavano, que investigue el aumento de la extranjerización de tierras en zonas que ya estaban excedidas del tope establecido por la Ley Nº 26.737 (ver aparte).
Con la mirada puesta en fomentar inversiones extranjeras, el Decreto 820/2016 de Macri modificó la Ley de Tierras impulsada por el kirchnerismo y sancionada en 2011. La polémica revive la tradicional resistencia del interior al avance de inversiones inmobiliarias con epicentro en la Patagonia y zonas protegidas, como los Esteros del Iberá, en Corrientes.
La FAA también disparó contra flexibilización de Macri para la venta de tierras a inversores extrajeros. La entidad que nuclea a pequeños y medianos productores adhirió a los duros cuestionamientos que cosecha la polémica modificación a la norma sancionada en 2011 por el kirchnerismo.
No cesa la polémica en torno al decreto de Mauricio Macri que flexibiliza la compra de tierras por parte de inversores extranjeros.
A la escalada de críticas que brotaron desde las provincias se sumaron los reparos disparados por la Federación Agraria Argentina (FAA).
Desde la cúpula de la entidad agraria, Omar Príncipe disparó contra el Presidente. "No le tiembla la mano para firmar un decreto en favor de intereses extranjeros; los pequeños y medianos productores seguimos esperando respuestas", dijo.
En las últimas horas, los cuestionamientos desde la FAA se replicaron en sus terminales en distintos puntos del país.
"Nosotros, por historia y tradición, creemos en la soberanía no sólo territorial sino también alimentaria. Más allá de los capitales extranjeros que vengan, tenemos que discutir cómo hacemos para darles condiciones de arraigo a los productores nuestros", sostuvo el director del Tercer Distrito de la entidad, Elvio Guía.
En sintonía, el secretario gremial de la FAA, Orlando Marino, aseguró que "acá pareciera que quieren poner un cartel de remate a nuestras tierras, con los productores adentro". "Necesitamos políticas públicas que promuevan el desarrollo rural, las economías regionales, los pueblos del interior", remarcó.
La arenga, disparada desde una entidad que nuclea a pequeños y medianos productores, muestra el malestar que crece desde ese sector, en medio de una postura más concesiva del resto del arco agrario. La efervescencia que despierta va a contramano de los esfuerzos de Macri en pos de mantener una relación fluida con el campo, a diferencia de las tensiones que caracterizaron a la gestión kirchnerista.
De hecho, ayer la propia mandataria bonaerense, María Eugenia Vidal (Cambiemos), enfatizó que "no hay que pelearse más con el campo", generador de "miles de puestos de trabajo en todo el país". Fue en el marco de un acto que protagonizó en Bahía Blanca, junto a Macri.
En medio de este clima de rechazo que se extiende, la senadora nacional Magdalena Odarda pidió al ministro de Justicia nacional, Germán Garavano, que investigue el aumento de la extranjerización de tierras en zonas que ya estaban excedidas del tope establecido por la Ley Nº 26.737 (ver aparte).
Con la mirada puesta en fomentar inversiones extranjeras, el Decreto 820/2016 de Macri modificó la Ley de Tierras impulsada por el kirchnerismo y sancionada en 2011. La polémica revive la tradicional resistencia del interior al avance de inversiones inmobiliarias con epicentro en la Patagonia y zonas protegidas, como los Esteros del Iberá, en Corrientes.
